Hyde
Soy el escalofrío que sube por tu espalda, un cambio en las sombras, en un abrir y cerrar de ojos.
Eres mi razón de existir, el centro de mi mundo.
Mi obsesión.
Ninguna puerta cerrada, ninguna cadena, ninguna jaula me impedirá acecharte durante la noche.
Te haré desear la oscuridad.
Pronto, mi amor, nada impedirá que el monstruo en mí te reclame como mía.
Jekyll
Sé que está mal.
Cada vez que tomo la fórmula, se vuelve más fuerte.
Y también su obsesión por Catherine.
Pero no puedo detenerlo, porque ambos queremos lo mismo… a ella.
En la vida, mi único placer es coleccionar cosas raras y bellas.
Nada, ni nadie, es más exquisitamente bello que ella.
Cuando toca el violín, puedo sentir sus dedos a lo largo de mi piel.
Me duele oír sus dulces súplicas mientras le muestro lo que significa ser su dueño.
Y la poseeré... En cuerpo y alma.
He saboreado observarla desde lejos, sabiendo que pronto sería mía.
Atada. Sin aliento. Vulnerable.
Estará bajo mi completo control.
Esta noche, saldré de las sombras para reclamarla finalmente.
Mi alma ya está condenada, quiero probar el cielo antes de descender al infierno.
La quiero.
No, la necesito.
Desde el primer momento en que la vi, supe que era la elegida. Nada me apetece más que arrancarle la ropa y forzar un clímax tras otro de su cuerpo tembloroso hasta que admita que también me necesita.
Puede que yo sea la peor clase de monstruo, pero ella seguirá siendo mía.