Dos criaturas inmortales. Un trato peligroso.
Tras la muerte de su madre, Aheia se encuentra manchada de más sangre de la que puede ocultar en la luz perpetua de su hogar, Keloseros. Escapa del reino, pero paga el precio: renunciar a su inmortalidad y a sus poderes. Su desesperada búsqueda de asilo la lleva a las puertas del único lugar fuera del alcance de su abusiva familia, un reino que trata con la muerte y la oscuridad sin reparos: Aljira.
Pero nada en este mundo es gratis, y para comprar su camino a la dudosa seguridad, se ve obligada a entregar lo único que le queda.
Su alma a cambio de siete días en el reino del diablo.
Arioch, el gobernante de los Nephilim, está ansioso por colgar su nueva mascota frente a los Mithra que han causado un daño irreparable en su vida, pero no espera el efecto que el alma de Aheia tiene en ambos una vez que está estampada en su brazo. La atracción entre ellos lo consume todo... se antojan el uno al otro, entre palabras afiladas e intercambios furiosos en un vínculo cada vez más apasionado que amenaza con romper el delicado equilibrio de todo.
Arioch y Aheia...
Keloseros y Aljira...
Incluso la vida y la muerte.