Los tres la deseábamos, lo habíamos hecho durante años. Pero las buenas intenciones y la profesionalidad nos mantuvieron bajo control. Ella era nuestra secretaria, pero eso no significaba que no sería nuestra.
Habíamos sido célibes durante años porque Sophia era la indicada.
La que queríamos en nuestras vidas.
La que avergonzó a todas las demás mujeres.
La única mujer que con mucho gusto compartiríamos.
Era hora de que le mostráramos que, en realidad... ella estaba a cargo.
Advertencia: Afloje esos lazos y espere las llamadas, porque este romance de oficina presenta a una dama afortunada y tres hombres muy devotos. Si te gustan los héroes célibes que solo quieren una mujer, una lectura definitivamente SEGURA y repleta de sucia bondad, esta es la historia para ti.